El pasado queda, el presente vive y la vida sigue. Y lo más importante son los recuerdos que la acompañan.

domingo, 27 de febrero de 2011

Esperanzas.

- Dime, dime que he hecho para que me quieras de la manera en la que me quieres.
+Simplemente existir, te parece poco?
- Pues sí, si no me hubieses conocido nada de esto hubiese ocurrido
+Pues entonces, daré las gracias al destino por haberte puesto en mi camino
- Realmente no me lo merezco
+Tú crees que no mereces que te quiera?
- Sí
+Pues estás muy equivocada
- Por qué? No estoy equivocada, no, no lo estoy. Tú das todo por mi mientras que yo, yo no te doy nada, intento evitarte, intento que no me encuentres cuando me buscas con tu mirada en el recreo, cuando salgo de clases y voy a la siguiente lo único que quiero es no encontrarte, intento no tenerte en frente, intento... intento que me olvides! No lo ves? No te cansas de ir a por alguien que ni siquiera piensa en ti?
+No, no me canso, y sabes por qué? Por el hecho de que si no me quisieras, si realmente no pensaras en mi ni un solo segundo, no intentarías todas esas cosas. Y aunque tu creas que todo lo que haces me hace daño, al revés, me hacen estar bien. Esos intentos que haces para que me olvide de ti lo único que hacen es que te quiera más y más, que no haya una sola cosa que no haga pensando en ti, en la forma en la que puedas reaccionar.

SI NO ME TUVIERAS UN POQUITO DE AFECTO NO INTENTARÍAS NADA, SIMPLEMENTE DEJARÍAS FLUIR MIS SENSACIONES Y MIS SENTIMIENTOS HASTA EL PUNTO EN EL QUE LLEGASE A HARTARME DE VER QUE NO OBTENGO NINGUNA RESPUESTA.

Sencillamente sencillo..

No sé como, pero de una manera u otra estás haciendo que mi cabeza se vuelva loca, que no haga otra cosa que pensar en ti, que ocupes cada uno de mis pensamientos, que lo único que desee probar sean tus labios, que sí, que eres tú el que ha conseguido que olvide todo lo demás, que me de igual la gente, lo que opinen, lo que piensen y el daño que pueda llegar a causar. Sin saber cómo, has conseguido llenar mi pequeñito espacio rojo de vasos sanguíneos y sentimientos. Creía algo imposible que llegase a sentir esto que siento. ¿Sabes? Te has convertido en uno de los seres mas importantes en mi vida, en uno con los que quiero estar todo el tiempo, contarte todos mis secretos y que tú me cuentes todos los tuyos, divertirme contigo es uno de mis mayores deseos y notar tu cuerpo la mayor de mis debilidades.

sábado, 26 de febrero de 2011

Por la tarde y con el silencio de nadie mirando. Solos, tú y yo.

Silencio. ¿Qué puede haber mejor que eso?, cuando con una mirada somos capaces de transmitirlo todo, cuando con un simple gesto somos capaces de provocar mil sensaciones, cuando solo vale un tu y yo. El silencio, ¿qué palabra más ambigua, no crees? Se trata de no decir nada, pero intentar expresarlo todo. Y te tengo a ti, delante mía, mirándome con esos ojos color cristal, esperando una respuesta, un movimiento, una espiración, un suspiro, algo. Y en cambio, ¿de que soy capaz? de quedarme quieta, muda, parece que estaba jugando al un, dos, tres, el escondite inglés, yo paralizada por completo, sin poder articular palabra y tu, expectante, alerta, esperando cualquier cosa, palabra, movimiento, para procesarlo y llegar a alguna conclusión, por que podríamos decir que había roto todas tus expectativas.
Y es un aquí, un ahora, te miro, me miras, suspiras, te sonrío. Muy inseguro de ti mismo me preguntas, ¿Qué quieres?, que ¿qué quiero? quiero que me despiertes con un ''buenos días princesa'', quiero que tu mayor temor sea que no te quiera, que no te lo demuestre. Que tu alegría más grande sea el verme despertar por las mañanas, que sueñes conmigo todos los días y que se cumplan tus sueños. Quiero que me des millones de besos al crepúsculo e infinitos al amanecer. Que me lleves a lugares románticos, y que me cuentes poemas al atardecer. Quiero encontrarte un día, bajo la lluvia, esperando a reconciliarnos, y que no te vayas hasta qe hayamos hecho las paces. ¿Tu mayor ilusión? Que permanezca junto a ti hasta que seamos viejos, que sea a la primera a la que le dices un te quiero sincero, uno, de los de verdad y que cuando tengas treinta años te pregunten por el nombre de tu primer amor, y digas mi nombre.
Eso es lo que quiero, pero por supuesto no soy capaz de decírtelo a la cara.. A continuación te miro a los ojos, hasta tal punto que soy capaz de verme reflejada en ellos y así me doy cuenta de lo que realmente quiero; a ti. Pero como siempre he dicho, el silencio es siempre la mejor respuesta.