El pasado queda, el presente vive y la vida sigue. Y lo más importante son los recuerdos que la acompañan.

viernes, 15 de abril de 2011

Carpe diem quam minimum credula postero.

Me gustan los pequeños detalles de la vida. Ver salir el sol, que me empape una tormenta cuando estoy en la calle. El olor de la comida mientras se cocina. Que te despierten con un beso. Las miradas que hablan. Encontrarte en la calle a algún conocido que no veías desde hace tiempo. Mirar las estrellas sin decir ni una sola palabra. Leer un buen libro. Oler una rosa. Caminar descalza sobre el césped. Saborear un helado. Enlazar manos con una increíble facilidad. Lágrimas de alegría. Saltos de júbilo. Gritos de triunfo. Pequeños detalles que hacen que la vida sea mejor. Aún mejor.
"Aprovecha el día, no confíes en mañana"

martes, 12 de abril de 2011

Díganme si es pecado.

¿Sabes lo que no es normal? No es normal que hacer el amor sea pecado, eso no es normal. No es normal que Dios no quiera a las lesbianas y a los homosexuales, no es normal que la iglesia oculte abusos de niños, ni que los sacerdotes no se puedan casar. No es normal la riqueza del vaticano, ni los anillos, ni el oro, ni el dinero tirado en campañas de publicidad, ni todo ese boato absurdo mientras 30 millones de personas se contagian de SIDA en África por no usar preservativo. Dios nos hizo con dos brazos, con dos piernas y también nos hizo con la capacidad de amar, de querernos, de tocarnos, de sentir con la yema de los dedos un pecho cegado por la excitación. Y eso, eso no puede ser pecado. Amar, amar no es fácil y se empeñan en hacerlo más difícil y enrevesado como si no nos bastáramos nosotros mismos, como si no se bastara la propia humanidad para complicarlo todo. Amar es entender también el rechazo, entender que te van a hacer daño, entender que vas a sufrir, que vas a llorar y es entender que las cosas son muy distintas a como se pintan. Hoy te casas y vives feliz para toda la vida. Falso. Siempre hay altibajos, se rompe, se reconcilia y se vuelve a amar. Si algo he aprendido estos años es que si apretar un cuerpo hasta convertirse en uno, si eso es pecado, soy un pecador. Porque el único Dios en el que creo es El Amor.

lunes, 11 de abril de 2011

Algo tan sencillo como hacerte feliz.

-Y tú por qué te enamoraste de mi?
-Yo no escogí enamorarme de ti, pero la primera vez que te besé nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble, y la hora exacta de ese beso eran las seis y cuarenta, y quité la pila del reloj, para que se quedase la hora detenida para siempre, parada. El minuto exacto en el que me besaste está metido en un reloj para siempre, y ya nunca sé que hora es. Pero me da igual. Y desde entonces miro constantemente el reloj. ¿Sabes lo que me gustaría? Estar tumbado contigo sobre la hierva mirando la luna esa naranja que hay algunas noches de verano y que empezara a nevar y sentir los copos en la cara, y tu mano.

Una vez le preguntaron a Lewis Jain, un fotógrafo de guerra, porque había escogido esa profesión. Él contestó que si pudiese contar con palabras todo lo que veía no necesitaría cargar todo el día con una cámara de fotos. Que ciertos momentos de belleza, de desolación, de horror y de heroísmo, estaban más allá de las palabras. Yo también lo creo. Hay cosas que no podemos explicar con simples palabras. Cosas como seguir vivos, sentimientos como el amor y el compromiso, o sensaciones como volver a abrazar a un amigo. Quizá por eso, nuestra vida se compone de imágenes, momentos congelados en el tiempo para siempre, de decisiones que cambian sin remedio el rumbo de las cosas, de fotografías fijas guardadas en la memoria que nos recuerdan cada segundo lo hermoso que es vivir.

miércoles, 6 de abril de 2011

Miércoles, 6 de abril de 2011. 10:30 ♥

Nunca. Nunca llegué a imaginarme que te fuese a querer de esta manera. Y es que yo no quería. Yo no quería llegar al punto de necesitarte con ausentarte un segundo, no quería tener esa sensación de mariposeo en el estómago nada más verte, no, no quería eso, solamente quería quererte como pude haber querido a otros que simplemente me fue más fácil olvidarme de ellos. Aunque suene mal y puede que un poco doloroso, quería que fueses uno más que se apunta a la cola del abandono, uno más en la lista de pretendientes. Lo siento, pero pensaba que de esa manera conseguiría no ponerme mal con cualquier tontería, y a sí vivir la vida más libremente, más a mi manera, sin tener que rendirle cuentas a nadie. Pero no sé que tienes tú que tienes un no sé que y un que sé yo que yo que sé que me encanta que hace que todos esos pensamientos iniciales se esfumen en un día de hoy con el aire contaminado de polen. Y es que hasta hoy yo tenía mis ideas muy claras, demasiado claras diría yo, y eres tú el único que consiguió hacerme cambiar de opinión, el único con el que quiero pasar el mayor tiempo posible a su lado. Lo digo y no miento. Has conseguido que me de un vuelco el corazón.
Y es un aquí y un ahora, ahora o nunca. Tú inseguridad me asusta,¿cómo es posible que todavía dudes de lo que siento? Decides proponerme algo que tú y yo estamos deseando desde hace tiempo, dicho y hecho. Sí. Sí quiero, ahora sí que quiero quererte de esta manera.

domingo, 3 de abril de 2011

El miedo.

El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una. Pero aunque se parezcan los miedos son tan personales y tan diferentes, como puedan serlo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo. Hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia, el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demás, y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido. Como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca. Y hoy he escuchado a un tal Punset en la tele, un señor encantador por cierto, que decía que la felicidad es la ausencia del miedo y entonces me he dado cuenta de que últimamente yo ya no tengo miedo.

Pirámide de Maslow.

La teoría de un sociólogo, un tal Maslow, decía que todos buscamos las mismas 7 cosas en la vida. Él lo llamó La Jerarquía de las Necesidades Humanas. Lo primero que buscamos es la Supervivencia, la salud que nos permita seguir viviendo. Lo segundo es la Seguridad, sentirnos protegidos, a salvo en nuestra casa. Después está el Amor, según Maslow, nadie puede vivir sin tener amor o sin buscar el amor. La cuarta es el Respeto, que los demás valoren lo que hacemos, nuestras decisiones, aunque nos equivoquemos. Le sigue la Necesidad de Entender, de conseguir explicar porque la gente toma decisiones que nos duelen. La penúltima necesidad humana es la Estética o Espiritual, sentirnos parte de algo especial y único, el plan perfecto de nuestras vidas. Y la última, la Auto Realización, intentar encontrar nuestra auténtica naturaleza, lo que somos. Maslow diría que está llevando a cabo la séptima de las necesidades humanas, pero Maslow no tiene ni idea de lo que es despertarse al lado suyo, a si que se puede meter su teoría por donde le quepa, porque lo único que buscamos todos en la vida, lo único, es ver a la persona que queremos cuando abrimos los ojos por la mañana.

Fecha de caducidad.

Por muchas noches en blanco que una dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad es que encontrará pocas soluciones. Podrá parchear tal o cual relación pero al final volverá a pasar lo de siempre, que en un momento dado saltarán pedazos, como tantas otras veces. Porque uno es como es y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi un combate perdido de antemano. A si que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad como los yogures, a sí sabríamos de antemano cual es la fecha del final. Y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas ni discusiones, nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo. Aunque si lo piensas lo bueno de no tener fecha de caducidad es que nos permite seguir soñando con que esta vez si, ese yogurt pueda conservarse para siempre.

sábado, 2 de abril de 2011

Improbable es mejor que imposible

La Real Academia define la palabra IMPOSIBLE como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser ó suceder, y define IMPROBABLE como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente.
Puestos a escoger a mi me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo... La improbabilidad duele menos y deja un desquicio a la esperanza, a la ética. Que David ganara a Goliatt era improbable, pero sucedió; un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió; Nadal desbancando del número 1 a Federer, una periodista convertida en princesa, el 12-1 contra Malta, el amor, las relaciones, los sentimientos... no se fundan en una razón prudente. Por eso no me gusta hablar de amores imposibles, si no de amores improbables, porque lo improbable es por definición: probable, lo que es casi seguro que no pase es que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

La felicidad

Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día y no nos damos cuenta de que es ella quien tiene que encontrarnos. Y eso será donde menos te lo esperes, en el instituto, en el supermercado, en mitad de una riña...
Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino solo es el principio de otro y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado.
Y esconderse es lo que menos te importa, lo que te importa es que estás tocando con la yema de los dedos, eso que has estado soñando toda tu vida y ya sólo importa el hoy, el presente y lo que queda por venir.