Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día y no nos damos cuenta de que es ella quien tiene que encontrarnos. Y eso será donde menos te lo esperes, en el instituto, en el supermercado, en mitad de una riña...
Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino solo es el principio de otro y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado.
Y esconderse es lo que menos te importa, lo que te importa es que estás tocando con la yema de los dedos, eso que has estado soñando toda tu vida y ya sólo importa el hoy, el presente y lo que queda por venir.
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