El pasado queda, el presente vive y la vida sigue. Y lo más importante son los recuerdos que la acompañan.
domingo, 3 de abril de 2011
El miedo.
El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una. Pero aunque se parezcan los miedos son tan personales y tan diferentes, como puedan serlo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo. Hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia, el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demás, y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido. Como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca. Y hoy he escuchado a un tal Punset en la tele, un señor encantador por cierto, que decía que la felicidad es la ausencia del miedo y entonces me he dado cuenta de que últimamente yo ya no tengo miedo.
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